domingo, 4 de febrero de 2018

AGRESIVIDAD INCONTROLADA.

Ayer veía en un noticiario televisivo, como un padre de tres niñas americanas, pertenecientes al equipo de atletismo de EE.UU., se lanzaba como un poseso sobre el incalificable médico de la federación, que había abusado de ellas cuando eran menores de edad; y puede que a muchas personas les parezca una salida de tono, pero yo personalmente  le entiendo y le  apoyo; un padre de cuyas hijas ha abusado tal elemento se merece que le partan algo más que la boca, pero bueno,  para eso se hizo la justicia y también  creo que la juez  actuó con criterio no dándole el minuto que solicitaba a solas con ese degenerado, ya que en definitiva se pasará el resto de su existencia en una celda.
Ahora bien, fuera de este caso puntual y otros similares,  hay una agresividad mal entendida y mal contenida en las redes, que le hace a uno temblar.
También alguien ayer en un  flash de Facebook decía   algo así, como que  “policía, o Guardia civil muerto, un hijo puta menos”.
La respuesta masiva en las redes tampoco se hizo  esperar; los insultos, descalificaciones,  las  referencias a la manera de terminar con su vida, los métodos de tortura que se usarían con él, sin llegar a matarle para que sufra horriblemente antes de morir, las referencias  a la profesión de su madre, al desconocimiento de la identidad de su padre, son de  lo más variado.
Parece mentira que en ser humano, ante  el deseo de un ser, que por otra parte demuestra no tener un alto coeficiente intelectual, interactúe de esta manera.
Con esas respuestas, no hacemos  más que darle vidilla, a una serie de seres, que su único momento de gloria en la vida, va a ser leer una serie de epítetos dirigidos a ellos, que por otra parte,  ya eran conscientes de que formaban parte de su vida.
Cada vez que un “destalentado”  escribe una maldición a un grupo profesional, político o religioso de este país, la legión de defensores mediáticos, se desahoga vociferando y echando  bilis y espuma por la boca, haciendo afirmaciones que seguramente, si tuvieran la oportunidad real, no se atreverían a ejecutar.
A ver si nos vamos dando cuenta de que  responder a estas gente, retwitear sus  “lindezas”, es hacer de voceros de una serie de bocazas, que  solo buscan  publicidad gratuita a sus exabruptos, y nosotros cándidamente les hacemos el trabajo.
Afortunadamente la ley y la justicia están ahí para coger a estos seres de lengua  envenenada, de úlceras de estómago producidas por su odio, su aislamiento social, si insignificancia y su infelicidad.
No seré yo quien le dé un compartir a las olas de odio y veneno que estos  elementos destilan.
Tengo cosas más importantes que hacer con mi vida; tengo amigos, familia, aficiones, en definitiva, cosas que llena mi  tiempo y mi espacio sin tener un segundo de tiempo para responder  a libelos, insultos, descalificaciones y deseos   mezquinos de gente no menos mezquina.


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