miércoles, 15 de febrero de 2017

LOS LUPERCALES
Bueno amiguitos, estamos a 15 de Febrero,  día  en que la mitología griega, rendía homenaje al dios Lupercus, protector de rebaños, pastores y pastoras y de la fertilidad.
Y como no puede ser de  otra manera, pues la amadísima Iglesia católica, (hoy no tocaba religión), pues  se montó allá por los años 500 de nuestra  era, año arriba año abajo,  una fiesta  de los enamorados, con el único fin de anular la ya milenaria fiesta pagana de las lupercales; y a fe mía que lo ha conseguido;  nadie celebra nada el día 15, ni siquiera los más ateos del lugar, ni los  pastores, ni las pastoras, ni los del Opus.
Pero claro está a todo hay quien gana, en astucia, en inteligencia y en márquetin  comercial y las  grandes superficies (léase Corte Ingles, Amazon, las perfumerías, las tiendas de chinos, etc. Etc.) Han sabido enfocar esta mercantilista  ñoñería, a la fiebre consumista de los atolondrados amantes, o simplemente a los que tienen que cumplir con la norma ya establecida aunque los otros 364 días del año pasen de su “amor”  como del cura de la parroquia.
Ayer millones de personas recibirían con alegría, a veces fingida, su compromisario regalito, ese tributo al  tito Valentín del que ni siquiera sabemos si un día estuvo enamorado, solo que de medico pasó a cura y casó a miles de cristianos aun con la prohibición  expresa de roma, lo que la final le  causó un tremendo disgusto  como fue su martirio cuando le decapitaron.
Hoy, la mayoría de esos regalos que recibisteis ayer, estarán descansando en el fondo de algún cajón, a la espera que el polvo y el olvido les hagan desaparecer. Hoy las historias cotidianas continuaran, las discusiones por nada, los problemas para llegar a fin de mes, con un presupuesto desequilibrado por el santito de marras, las demandas de divorcio, las peleas por quien quita la mesa o pone la lavadora….  Todo igual que el 13, con el paréntesis del 14 que trajo una sonrisa, un beso y tal vez una noche de pasión.
Amar no es regalar el día 14 un detalle una joya o un deportivo, amar es regalar todos los días sonrisas, besos, detalles, apoyos, sensaciones, palmaditas en la espalda, miradas cómplices; amar, como decía la cursilería cinematográfica de los años  70 del siglo pasado,  Love Story, es no tener que decir nunca “lo siento”




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