jueves, 2 de marzo de 2017

Como pasa el tiempo, parece mentira,  el día 23 de “Tejero”,  me dejé caer por un país del que había oído hablar mucho y bien y del que las estadísticas de la UNESCO definían  como el país más feliz del mundo, así que me dije ¿por qué ir al segundo más feliz, si puedo ir al primero?
Aquí me esperaba  Beatriz Navarro,  una mujer amable,  educada cariñosa, una mujer que se está desviviendo desde el momento en que nos encontramos en la esquina de la plaza de la Cultura en San José de  Costa Rica, en que m estancia en su país  sea lo más agradable posible, cosa que a fe mía está consiguiendo.
Me llevó a su casa, en medio de la montaña, donde el pequeño Chaco, me saludó con una educación y un  respeto que nunca hubiera imaginado en un niño de su edad. Su  saber estar, su respeto, su educación sin fisuras me impresionaron
Fin de  semana  agradabilísimo con concentración internacional motera hispanoamericana con más de 5.000 personas, y donde como no podía ser de otra manera encontré amigos.
Beatriz me ha integrado en su familia como un hermano,  el pequeño Chaco me trata como a su abuelito, salvando las distancias claro.
Desde  la ventana se ven Tucanes, Zopilotes, periquitos…. En fin estamos en plena selva, en plena  naturaleza, en pleno paraíso.

Gracias amigos por aceptarme, cobijarme en vuestra casa y ofrecerme vuestro afecto y hospitalidad 

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