Rio de mierda
A veces, a fin de poder escribir ciertas cosas exige una dosis de calma. Difícil de
controlar.
Esta mañana como otras muchas
mañanas en los últimos años, salgo a dar
un garbeo con mi perra “Babas” una perruca amable, cariñosa, simpática, inteligente,
fiel y obediente. (Virtudes poco frecuentes en a raza humana), superior a mi perra en la escala de valores.
He paseado por la margen
izquierda del Tormes, para ser exactos
frente a la localidad de Cabrerizos, donde hay un espacio plagado de fresnos, chopos, maíces,
remolachas…. En fin todo un abanico de vida vegetal entremezclada con las plantas silvestres, y la plácida imagen de un rio que discurre
casi sin que se note, donde los ánades nadan
despreocupadamente, donde de tanto en tanto salta un barbo, creando círculos
concéntricos qué dan una paz, una tranquilidad y un sosiego dignos de reales
sitios.
Pues bien, cuando paseas por
estos lugares, y se te abren las carnes
viendo que, determinados visitantes, pescadores ( algunos) cangrejeros (algunos), amantes (
algunos) tiene cubierto el suelo de este
delicioso espacio, de fundas de aperos de pesca, botes de cerveza, bolsas de plástico con
carnaza dentro pudriéndose al sol, bolsas de patatas, clínex, condones…
En fin podría estar
enumerando durante una hora, la vileza,
la desidia, la mala educación de determinadas personas, que se encuentran en la
escala superior a mi perra en la escala de valores.
Tenemos el Salamanca el
privilegio de tener un rio extraordinario,
con suficiente caudal de agua para disfrutarlo durante todo el año, pero
una serie de energúmenos-as se encargan de convertirlo en un estercolero.
No sé si servirá de algo pediros
que lo compartáis, nunca pido compartir nada, pero me da una
tremenda pena ver a este Tormes, en el que se refleja el “alto soto
de torres”, plagado de suciedad
por la desidia o la poca concienciación de un grupo de usuarios.
Seguro que tenéis una casa de
ensueño donde limpiáis el polvo cada día, un coche reluciente al que sacáis
brillo y un maletero impoluto que mostráis con orgullo a los amigos, pero
cuando se trata de algo de lo que no
somos propietarios convertimos nuestra forma de actuar en la que ni siquiera los
cerdos se sentirían cómodos.
Llevaos esteis donde estéis vuestras sobas, vuestras
latas, vuestro plástico, vuestros condones, vuestras compresas, en definitiva,
todo aquello que no dejaríais abandonado en el salón de vuelta pulcra y
maravillosa casa.
En defInitiva, estamos haciendo del Tormes, “
UN RIO DE MIERDA”
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