sábado, 28 de octubre de 2017

MOZOS Y BOMBEROS
La verdad es que no se si ponerme a reír, a llorar, pegarme un tiro dos cuartas por encima de la cabeza o  meterme dos litros de  DYC en vena y que sea lo que Dios quiera.
Seguí con atención vuestro comportamiento EL DIA PRIMERO DE OCTUBRE, fecha en  que se suponía que debíais estar manteniendo el orden constitucional, que para eso habíais jurado.
Pues bien,  ibais de paseo, con la c carpetita bajo el brazo, preguntando a los independentistas si había un responsable y si os iban a dejar parar; a ambas cosas os gritaban a coro “NOOOOO” y vosotros, benditos policías pacifistas os replegabais como corderitos a vuestros furgones dando por sentado que habíais hecho lo que  convenía.
Hoy he visto como atizabais con saña a los  españolistas, a los defensores de la constitución, a los que quieren una Cataluña integrada en el estado español...
Hoy no había carpetas, hoy había cascos, defensas, pasamontañas, protectores, espinilleras, hoy  teníais claro que ibais a “REPARTIR OSTIAS COMO PANES” a quienes protestasen contra la manipulación informativa de Cataluña Radio y TV3, hoy os habéis sacado la espina, hoy habéis  dado  palos hasta en el carné de identidad.
Vais de “guais” de “enrollaos” de “pacifistas”, pero echando leches os sale la sed de venganza
Hoy tampoco he visto bomberos haciendo barricadas, frenando la acción de la policía, protestando contra las ostias…
Hoy la policía aprovechando los últimos estertores de vuestras posibilidades como policía políticas os habéis puesto las botas.
Queréis compararos con la Guardia Civil o con la Policía Nacional, pero a pesar de cobrar 700 u 800 euros más que ellos no les llegáis a la altura de las botas, os falta clase, estilo, formas,  comportamiento, en definitiva,  os habéis retratado, os habéis quitado la careta.
 Afortunadamente alguien os va a  hacer entrar en razón, con la ley en la mano para que aprendáis de una puta vez que la policía es un estamento al servicio de la ciudadanía y no de  las ideologías.
Siento pena por vosotros.




jueves, 26 de octubre de 2017

SEÑORA “MOZA”
Esta mañana la he escuchado atentamente en el programa de Carlos Herrera, este profesional le ha dado voz en antena para contar lo que él considera un acto de valentía, un acto de destapar  alcantarillas, de denunciar lo que todos sabíamos, de denunciar que la policía  autonómica no deja de ser una policía política al servicio de los intereses  de la Generalidad y a su vez del nacionalismo.
Usted lleva veintipico años  en esa policía, cobrando su salario, protegiendo los intereses de quien  la manda, y durante esos  veintitantos años ha permanecido fallada, siendo cómplice por omisión de la tremenda felonía que el gobierno de la generalidad ha venido cometiendo al lago de los últimos 40 años.
Usted cobraba 700  euritos más que un policía Nacional o un Guardia Civil, por un trabajo más cómodo que el que ellos hacen, y en ningún momento movió un dedo para buscar la equiparación entre cuerpos, usted iba subida en la burra y los  otros iban a pie,
Ahora usted con una cara dura impresionante le dice al ministro Zoido que les deje trasvasarse a los cuerpos de seguridad del estado directamente (aunque pierda 700 euros), ya le vale señora “moza “   ya le vale.
Para ser funcionario de los cuerpos y fuerzas de Seguridad del estado hay que pasar una oposición,  jurar la constitución y jurar defenderla   y no creo que  muchos de  ustedes hayan  cumplido con ese juramento estando a las órdenes de señor Trapero, pero como  había pasta de sobra pues todos felices.
Ahora vemos las barbas del vecino pelar y no queremos poner las nuestras a remojar, y buscamos una salida que nos permita mantenernos en el funcionariado sin opositar.

Yo sinceramente en el caso de  ministro, del gobierno o de quien sea, me cuidaría muy mucho de aceptar la entrada de mozos en  las fuerzas de seguridad del ESTADO.  Por múltiples  razones,  pero la primera que se me ocurre  es que  siendo  muy sensible al adoctrinamiento que ustedes han tenido en sus escuelas, en sus comisarías y en sus trabajos diarios, no sería de extrañar que  entre los que pretenden  integrarse en la Policía Nacional o en la Guardia <civil,  haya elementos infiltrados de la Generalidad,  o de los partidos independentistas para intentar adoctrinar a los  que hasta el día de la fecha han demostrado solo respeto a las leyes la constitución y a los poderes legítimamente establecidos en España.

martes, 17 de octubre de 2017

LO QUE VIENE SIENDO EL MIEDO

LO QUE VIENE SIENDO EL MIEDO.

Cienes y cienes de empresas en un ataque de pánico colectivo, salen con lo puesto, de la República catalana a instalarse en el reino de España; no la  otra España, la que no huele a caña, tabaco y brea, sino  la España sumisa, servil y dócil, las recibe con los brazos abiertos.
-Venid empresarios catalanes, venid,  os estamos esperando,  traer vuestras sedes a nuestra España, veníos a provincias,  aquí os  daremos cariño,  cobijo,  ayudas sociales, exenciones fiscales, moratorias en los créditos, terrenos gratis.  Tranquilos por el impacto medioambiental,  ya lo arreglaremos, ( alguna  canonjía para algún familiar) y todo resuelto, mano de obra a “pedoputa”; ¿Qué os voy a contar que no sepáis?
Venid a asegurar vuestros capitales, a salvar el culo de la incipiente, y procelosa independencia, luego si la empresa se complica cerramos en Cataluña, echamos a tomar por el culo a 200.000 trabajadores, la mayoría de procedencia  andaluza, extremeña y castellana; y nos trasladamos a cualquier polígono ¿industrial?  De las numerosas provincias que nos aclaman
Hace un mes, no mucho más, algunas incluso hace unos días,  muchas de estas empresas jaleaban apoyaban; y lo que es peor financiaban el movimiento independentista.
Ahora que se vuelven las tornas, sufren un ataque de patriotismo hispano.
Espero que estás empresas a las que recibís como en  "bienvenido míster Marshall”, en la época de Franco, no vengan a hacer un pas4o triunfal por las deprimidas comarcas del centro y sur de España.
 También  espero,  que no sean una avanzadilla camuflada, del independentismo  dispuestos a adoctrinar a españoles y ganarles para su causa,  como hacen las células yihadistas y otras sectas religiosas; y  que pasada la tormenta al abrigo del estado español,  no salgan corriendo a abrazar de nuevo  a su amada Catalunya, dejando a su entregada amante descompuesta y sin novio
Espero y deseo de todo corazón que no  sean un destello, una estrella fugaz en el cielo y que  después de jugar con las expectativas de miles de españoles, no les traicionen como parecen haberlo hecho con su legítima de toda la vida.
¿No os dais cuenta que solo huyen de la quema en defensa de sus intereses?
– Catalanes de corazón, españoles de bolsillo.




anecdotas de un madero capitulo 1º.

ANÉCDOTAS  DE  UN MADERO
1.- Compra de la biografía del General Franco
Por la época de mi entrada en el cuerpo Policial de referencia, (enero de 1975) el prestigio tanto interior como exterior del Jefe del Estado estaba en los niveles más que bajos, así que  se hizo una edición de la biografía del General Franco, escrita por el protegido del régimen  don Ricardo de la Cierva,  así que en la Academia Especial de Policía Armada,, como supongo ocurría en las academias de la Guardia Civil y en los acuartelamientos militares,  nos presentaron el libro,  haciéndonos  asistir de forma obligatoria, por unidades al salón de actos, bajo la atenta mirada de los mandos al uso.
Al final de la presentación donde habló el Jefazo de la Academia, la envidia que nos tenía todo el mundo, más allá de los Pirineos,  diciendo cuan malos eran los extranjeros, los comunistas y los enemigos del  Régimen, nos conminó a adquirir esa maravillosa biografía de Franco
La biografía contaba de tres  tomos, era caro, caro, pero caro de verdad y nos “invitaron” a comprarlo para dejar en alto la imagen del General, con la advertencia de que si no se compraba esa colección, tendría repercusión en el  cómputo de notas final de los alumnos
El contrato de compra especificaba, que del salario se detraería la cuota de compra (se pagaba en 3 meses) así no  había posibilidades de impago.
Evidentemente el 99% de los nuevos agentes de policía, nos vimos en la obligación de comprarlo si no queríamos que nuestras notas bajasen  ostensiblemente. Al final creo que no influyó para nada esa compra, pero si para las arcas del escritor y de la editorial, porque con estas compras,  el prestigio del jefe del estado no mejoró ni un ápice ni su prestigio ni su delicada salud.
Puedo asegurarles que esa obra nunca llegue a leerla,  a pesar de  mi afición a la lectura; incluso  le he perdido la pista y no sé dónde puede parar.
En la Academia Especial de la Policía Armada,  lugar donde nos formábamos unos 3.000 agentes por año, cada poco había una “movida” de este tipo; a alguien de la superioridad se le ocurría una idea genial y la ponía en práctica, sabiendo que la obediencia debida y el miedo a bajar las notas y encontrarte entre los         que tenían que ir forzosos al país vasco  como que te  hacia tener las cosas claras.
En la misma línea,  con las mismas” recomendaciones” pero esta vez sin ánimo de lucro, se nos metió en la cabeza la conveniencia de  donar sangre, en una época en que  esa manera de altruismo estaba poco extendida.
La donación llegó a tan alto grado de  aforo que la unidad extractora hubo de regresar en tres días distintos para poder hacer las extracciones a todos los “voluntarios”.
Cierto es que esa primera vez, me hizo sentirme extraordinariamente bien y desde esas fechas sigo donando a un promedio de 2-3 veces al año, así durante 43 años seguidos.
Como recompensa, ese día  el bocadillo y el vaso de vino fueron gratis para todos los donantes y además nos proveyeron de una castilla de donante que molaba un montón.

A lo largo de tres interminables meses, salpicados de  cocinas, guardias, refuerzos, imaginarias, arrestos, revistas de pelo  y botas,  transcurrió mi formación profesional tratando más de escaquearte de los mandos militares, que de  aprender realmente lo que  debíamos aprender. Gracias a que después había  un  periodo de prácticas  donde los veteranos eran tus auténticos profesores en el arte de sobrevivir a un modelo de sociedad que solo te permitía meterte con el pueblo llano, porque a partir de un determinado nivel   te encontrabas con la  temida pregunta ¿sabes usted con quien está hablando?

jueves, 5 de octubre de 2017

¿Qué es más humillante?
Días llevamos viendo las incalificables imágenes que las televisiones  desde la primera a la última, desde las púbicas a las privadas, ahítas de carnaza, nos vienen ofreciendo, en las que los agentes  de la Seguridad del Estado  son machacados, vilipendiados, humillados, insultados maltratados vejados, hasta la extenuación por los perros, de presa del independentismo, una buena parte de ellos en nómina de la administración catalana, por cierto,
Imágenes que se reparten a cualquier hora, (aquí no hay horarios infantiles), aquí no se protegen los derechos del menor, aquí la violencia es  lo que da de comer a  muchos empesebrados, que no dudan en  llenar las pantallas de cómo una serie de señores, acosan a otra serie de trabajadores públicos que exclusivamente cumplen con lo que la Constitución, las Leyes y  el reglamento le exigen.
Un policía, un Guardia Civil, ponen el mismo énfasis, esfuerzo, dedicación y entrega, en reprimir una manifestación ilegal, que en detener al violador de vuestra hija,  al  maltratador de vuestra hermana,  en poner a disposición judicial a quien os  atracó a punta de navaja a la salida del banco; Son los mismos que rescataron a vuestro hermano en la montaña, los que ayudaron a vuestro padre en el accidente que sufrió en la carretera y los mismos que pasan  cientos de noches y festivos fuera de casa protegiéndoos y cuidando que nada inquiete vuestro sueño en la medida de lo posible.
Que humillación, que un grupo de personas les insulten y le amenacen…
Pero ¿cuál es la mayor humillación,  la que les hacen estos  individuos cargados de odio y de adoctrinamiento,  o la que le hacen sus propias autoridades?
Servidores del orden,  sin derecho a horas extras, sin  fines de semana, sin prácticamente derechos sindicales, con salarios de miseria, se ven  obligados por el Gobierno  a desplazarse a lugares de conflicto, pero con una mano atada a la espalda, sin que un solo representante del Gobierno de la nación de la cara por ellos, pero si asiste a  hacerse la foto de rigor en la imposición de medallas a ciertos jerarcas que nunca es su vida se pusieron delante de un atracador, de un violador o de un manifestante ilegal. 
Estos esclavos de la seguridad sufren cada día el menosprecio y el abandono de los que deberían cuando menos salir en su defensa ya que ellos por su cuenta no toman las decisiones de intervenir en los conflictos, siempre se actúa bajo órdenes directas de la administración
Qué vergüenza, que estos hombres y mujeres, tengan que hospedarse en hoteles de chichinabo, en barcos y en última instancia en  literas de acuartelamientos militares hacinados de 4 en 4  en cada habitación
Qué pena que estos trabajadores públicos no  puedan descansar ni una sola noche por el acoso de los  agitadores; pero nadie va a darle la barrila a  los miembros del gobierno que en último caso son los que dieron las ordenes.

Que buenos vasallos si tuviesen buen señor.

martes, 3 de octubre de 2017

Anécdotas de un madero
Introducción.



Después de 40 y pico años, trabajando para la administración, concretamente para  a Policía, en sus diversas denominaciones (Policía Armada, Policía Nacional, Cuerpo Nacional de policía)  y; de haber vestido de gris primero con gorra de plato  roja, después un marrón  feo, con boina tipo paracaidista del mismo color y terminar con el azul pitufo,  y gorra de baseball.
El anecdotario es enorme, pero también el olvido es tremendo.
Empecé a trabajar para esta empresa  oficialmente el día 1 de Enero de 1974, con 21 años, y siete días, por lo que fuí el gris  más joven de la Policía española durante un periodo de un año, ya que la edad mínima para ingresar era haber cumplido los 21 antes del  31 de diciembre de 1973.
Con el tiempo justo ascendí a Cabo y después a Cabo primero, siendo en estos tres grados el más joven de España por el periodo como decía de un año, ahí me estanqué, en parte por comodidad, en parte por mi afición a las movidas sindicales prohibidas  hasta el año 1983 en que se legalizan los sindicatos policiales en contra del criterio de los mandos militares de la época.
Ingresé  en la Academia Especial de Policía Armada, ubicada en el actual centro policía de Canillas,  para mi formación policial, un centro paramilitar de un cuerpo paramilitar, donde los mandos eran militares y, al  policía ingresado directamente en el cuerpo, solo se le permitía llegar a Comandante y esos eran los menos, así que los mandos superiores, la mayoría de los comandantes, tenientes coroneles, coroneles y generales eran miembros del Ejercito de Tierra.
Evidentemente todo estaba destinado a la formación de agentes al servicio del sistema que imperaba en España, bajo la batuta del Generalísimo Franco, que el hombre ya en esa época estaba para pocos trotes, pero que seguía causando miedo y respeto a toda la sociedad española; no había más que  ver  como se celebraba por toda la ciudadanía el día 1 de abril, día de a Victoria en todo el territorio nacional sin excepciones.
En teoría, en los manuales de aprendizaje y formación se trataba de formar policías para mantener el orden y proteger al ciudadano, pero la realidad era que se formaban agentes para mantener el régimen y reprimir a los contestatarios, a los disidentes y a los que pretendían obtener mejoras salariales, laborales, académicas y libertades públicas.
Tres meses de durísima academia, donde el  mando era el mando, había que saludar en todo momento y lugar, había que estar más pendiente de la llegada de un mando que de la propia labor formativa o académica. Una cosa parecida a lo que nos cuentan las pelis de West Point: ¡Señor sí  señor!!
Todo estaba basado en el Código de Justicia militar  vigente en la época franquista, todo era delito, todo era prisión militar, todo era pena de muerte o cadena perpetua, así que el policía en lugar de estar en un centro de formación parecía haber entrado en una prisión militar tipo Mahón.
Los arrestos era constantes, por lo más simple, lo más absurdo, como haber junto a tú una colilla en el suelo: arresto, si no era tuya, deberías haberla recogido y tirado a un cenicero. Por llevar las botas sucias, 10 minutos después de haber estado corriendo por los embarrados campos de la academia. Por tener desordenada la taquilla, por llevar la barba sin rasurar completamente... Así hasta  la saciedad.
Ahora bien, una vez terminadas las clases podías beber y beber sin problemas, podías fumar, podías hacer lo que fuera en las horas de asueto, pero nunca quitarte la gorra en descubierto o llevar las botas sucias, eso te costaba al menos, un fin de  semana de arresto. Eso te  dejaba sin salir  15 días de aquel  espacio claustrofóbico en el que además tenías que pasar una media de 6 horas en las salas de estudio, vigilado de cerca por algún  mando intermedio que estaba haciendo curso de ascenso y que también había sido arrestado. El  zorro puesto a cuidar de las gallinas.
Mi servicio militar me parecía un juego de niños en materia de disciplina, comparado con la rigidez en temas absurdos que imperaba en esta escuela.
A pesar de todo, el profesorado trataba de inculcar los conocimientos necesarios para ser un buen policía en  la calle, el día que jurases el cargo; y evidentemente en esos cometidos, estaba hacer callar a la masa  discordante con la doctrina oficial, desde luego.
Algunos de ellos con un poco más de sentido democrático, intentaban hacernos ver que  quien realmente nos pagaba y al servicio de quien teníamos que estar era al servicio de ciudadano y no a servicio de las autoridades. Este profesorado no estaba demasiado bien visto por el resto.
Bueno, y como introducción ya creo que es suficiente, un poco para que la ciudadanía sepa en qué condiciones se formaba un agente de Policía Armada y los encajes de bolillos que ha tenido que hacer para adaptarse al sistema de libertades  pasaré a contaros algunas de la anécdotas si no más graciosas si aquellas de las que me acuerdo con más nitidez, sin  el menor asomo de distorsionarlas  las  cuento como las cuento, solo os pido que tengáis en consideración, de que empezamos hablando de los tiempos del  régimen de Franco y que terminados  sucesos ya ocurrieron  con  la democracia ya consolidada.
Solo una cosa os puedo asegurar, ahora la Policía Española tiene una formación extraordinaria, es una policía democrática, empática y solidaria, sacrificada y muy profesional, muy comprometida con el pueblo al que sirve, y,  está a nivel internacional, considerada una de las  mejores del mundo, en cuanto a formación y aptitudes en el trabajo,  la pena es que sus salarios son de miseria y sus medios  y equipamientos dejan mucho que desear. Si estuvieran bien dotados de medios y su salario les motivase un poquito más, tendríamos sin duda la mejor  policía del mundo con diferencia (os lo dice alguien que ya no trabaja para la Policía)
En los comienzos los salarios eran de vergüenza, como referencia os diré que en Ediciones Anaya, tenía un salario de 8.500 pesetas de las del 1973, e ingresé en  la Policía Armada cobrando  5.600, así que evidentemente no me fui por el  maravilloso salario, sino por pura vocación policial.
Con esos sueldos, el sistema te permitía viajar gratis en los metros, en los trenes de cercanías, en los autobuses y demás medios de transporte siempre que fueras de uniforme, teníamos economatos que  vendían un poco por debajo de los precios de mercado y que servían para que los grandes gestores de los mismos, que eran nuestros propios mandos  paramilitares, tuvieran un sobresueldo más que  interesante, aunque todo era “bajo cuerda”.
En algunas unidades había habitaciones-residencia para los solteros, que pagaban también una mísera cuota por la habitación, si bien ellos mismos tenían que limpiarla, poner sus propias sabanas y todo lo demás;  pero lo más interesante eran los bares –comedores, donde la comida era sana, abundante y barata y el alcohol ni os cuento. Aun así  también generaba unos importantes beneficios que nunca supe dónde iban a parar, bueno  sí, a los bolsillos de los de siempre.
Como veréis el Policía Armado tenía que ingeniárselas para poder dar de comer a sus hijos, pagar la hipoteca del pisito en Móstoles  o Fuenlabrada y  salir adelante, con más pena que gloria. Eran tiempos épicos para los grises dependientes  (y adictos al régimen.
En la mayoría de los casos los servicios se prestaban de 24 horas seguidas en  las comisarías, si bien eran 12 horas de servicio activo y las otras 12 de descanso en la comisaria haciéndose turnos de 6 horas descanso, seis trabajo, seis descanso 6 trabajo.
En las horas libre unos estudiaban, otros leían la marca, otros jugaban cartas,  otros haciendo deporte y otros mataban  el tiempo tomando copas en el omnipresente bar de la comisaria.
Los dormitorios eran  comunes, con literas tipo acuartelamiento donde se descansaba media noche y después,  como en los pisos patera, el que terminaba jornada a las 3 de la mañana se hacia la cama con sus propias sabanas traídas de casa y dormía  en  cama caliente hasta el relevo, salvo emergencia  porque entonces no habría descanso.
Cada policía, a primerísima hora de la mañana salía de su casa con el uniforme puesto (para no pagar el bus o el metro) con su gorrita de plato en la cabeza y su cartera de ejecutivo de eskay en la que todo el mundo pensaba que  llevábamos documentos, cuando en realidad llevabas el periódico, o un libro de lectura, pero indefectiblemente se llevaba la fiambrera o el bocadillo y las sabanas para la media noche que te tocaba dormir, y una pequeña navaja para pelar la fruta.

A la llegada a la unidad a eso de las 8,00 se pasaba revista de pelo, barba, uniforme, calzado…y si todo estaba bien, la mitad de los efectivos se iban  a relevar a otra unidad que estaba prestando servicio bien en la calle bien, en instalaciones policiales, oficiales o  penitenciarias; y la otra mitad permanecía en el  acuartelamiento, bien haciendo instrucción, gimnasia o lo que se le pusiera al  jefe en  la entrepierna ese  día.

lunes, 2 de octubre de 2017

Gracias señor Presidente
Mi querido señor presidente del Gobierno de España, Don mariano Rajoy  Brey,  quiero públicamente darle las gracias con motivo del “no referéndum”  separatista “no celebrado” el día  de ayer en el territorio español  de Cataluña.
No sabe usted Don mariano, que  satisfecho estoy de como usted y su equipo de gobierno han gestionado la crisis,  ha sido nítida,  maravillosa, impecable, vamos, de libro.
Hace la tira de tiempo que los separatistas vienen pidiendo un referéndum  y desde el gobierno de la Nación Española se les viene advirtiendo de que la ley va a aplicarse en toda su  extensión a los que  traten de desvincularse de España, y usted Don mariano, Señor Presidente, ha actuado con esa diligencia, con esa prontitud y con esa eficacia que todos esperábamos de nuestro presidente, aunque no le hubiéramos votado en nuestra vida.
Ha sido magistral la gestión de la crisis,  Usted  ha ido delegando en la fiscalía, en  el poder judicial, que, ha  mostrado su  capacidad al ordenar a la ¿Policía autonómica?... o más bien policía política, de infausto recuerdo de la época del Franco, que asuma su responsabilidad de proteger la Constitución, las leyes orgánicas y en definitiva todo el ordenamiento jurídico del Estado Español, frente a las intenciones secesionistas y golpistas de la Generalidad  y sus dirigentes.
Pero cuando esto “policías”, siguiendo las órdenes de sus mandos políticos, han desobedecido  las órdenes judiciales, nadie, absolutamente nadie ha dado un puñetazo sobre la mesa y ha  suspendido de empleo, sueldo y funciones a estos  individuos al servicio de las generalidad y de los secesionistas.
Nadie de su gobierno ha tenido la decencia de poner a buen recaudo a los miembros del gobierno de la Generalidad, de suspender la Autonomía, de  apresar y poner a disposición judicial a los rebeldes y sediciosos  (presuntos).
Eso sí, se ha cubierto usted de gloria enviando a 10.000 profesionales de las UNICAS POLICIAS con decencia y profesionalidad de este país (Guardia Civil y Policía Nacional), a tratar de apagar el fuego con gasolina.
 ¿Para que los manda?  ¿Para que los masacren, para que los humillen, para darle al independentismo la oportunidad de la foto del  picoleto o del Madero repartiendo  gomazos a ancianitos desamparados y a mujeres desvalidas? , pues a fe mía que lo ha conseguido.
Los dos cuerpos con más prestigio en toda Europa y parte del mundo, se ven señalados en la prensa internacional  como represores, por la mala gestión que usted,  si usted y su equipo de gobierno han hecho de un problema que se habría corregido deteniendo a los sediciosos encarcelándolos preventivamente y aplicándoles la ley en su máxima dureza.
En una sola tacada ha tenido  usted la genialidad de  hacer que los jueces sean desobedecidos hasta el momento sin consecuencias para nadie, que la Policía Nacional y la Guardia civil sean tratadas como represores, que la  mitad al menos de la población catalana se sienta desprotegida y abandonada por las instituciones, que los delincuentes  confesos  sigan cobrando sus salarios leoninos y manteniendo sus status; y  además usted que es el hombre más  magnánimo del planeta les tiende la mano llena de billetes parta callarles la boca durante una temporada.
Siguiendo estas directrices le prometo que un día de estos que tenga tiempo, voy a presentar ante  la Subdelegación del gobierno de mi provincia un escrito comunicando la independencia de mi domicilio, ya que he  realizado una votación,  (un  hombre un voto) y nadie me ha requisado urnas, nadie me ha impedido abrir mi salón electoral, nadie me ha comunicado que este acto es ilegal,  y aunque lo fuera, por derecho comparado, debería irme de rositas como la cúpula de la Generalidad
Hecho el recuento en urna transparente, papeleta impresa en casa y con sobre, el resultado ha sido de un censo de una persona, un voto, un sí a la independencia, así que con el 100% de los votos escrutados, y con el 100% de votos en favor de la independencia, creo que es legítimo que desde ente momento declare unilateralmente la independencia de Cuesta Chica 4

Afectuosamente: Un jubilado que dedicó 44 años al servicio de la ciudadanía, de las libertades y de los derechos de los ciudadanos por el irrisorio suelo que la administración española paga a sus  funcionarios de los cuerpos y fuerzas de seguridad

domingo, 1 de octubre de 2017

DISCUTEN LOS ARRIEROS; PAGAN LOS BURROS
 Y  llega la noche, se   apaga el sol y se encienden las luces, un día más, un día menos…
El temido día de la  consulta catalana, por la independencia, ya es historia, votaron  los que votaron y se abstuvieron los que se abstuvieron.  Punto y final.
Pero entre unos y otros han conseguido lo que pretendían,  que  la mayoría de la sociedad española, a partir de este momento considere a la sociedad catalana  como unos  independentistas desagradecidos,  unos manipuladores y unos cobardes, que después de haberse aprovechado de un sinfín de derechos y privilegios quieren largarse con la buchaca llena.
Pero creo que la cuestión tiene más enjundia;  supongo que tendré detractores, pero mi opinión es mi opinión y  que alguien me demuestre que estoy equivocado.
Supongo que esta misma noche el estado central ordenará detenciones de la cúpula dirigente de  la Generalidad, de su jefe de policía y de los que  están en primera  línea de fuego de esta  tentativa de golpe de estado; que a todos ellos les meterán en prisión preventiva hasta la celebración de un juicio por sedición,   rebelión, o lo que corresponda con arreglo a derecho.
 Pero no nos engañemos,  los dirigentes, los sediciosos, los  rebeldes,  los golpistas, (presuntos, quede claro ) no pisarán la modelo, ni Herrera de la Mancha, no Topas, ni  Santa María;  estos señores se irán de rositas, manteniendo sus  leoninos salarios, sus prebendas, sus aforamientos, sus privilegios, sus poltronas, mientras que 4 mindundis , mozos, directores de colegios, pardillos varios, se verán ante la corte judicial  asumiendo las responsabilidades de las que no son responsables, sencillamente porque una cúpula ideológica les ha  lavado el  cerebro.
Vayamos al 1932…, no manda Franco, no Rajoy, ni el Rey Felipe.  Mandada la Republica Española
En esa fecha  toda la cúpula de la Generalidad es encerrada en los calabozos por la Guardia Civil y sus fotos se exhiben en  toda la prensa nacional.
Con la unidad de España, bromas las justas.
 Pero ahora  me apuesto un euro que las cosas no van a ser así,  cuatro gomazos a cuatro “bobetes”, despidos a un grupillo de mozos, pero como  siempre los peces gordos se quedaran fuera.