EMPECEMOS CON BUEN
PIE
A lo bobo a lo bobo,
como que no quiere la cosa, pasito a pasito, como dice la canción de Luis Fonsi, nos hemos machacado el
2.017, en un minuto; 36 segundos que es
lo que nos hemos despistado al tomar las uvas y otros 34 en dar el abrazo y el
beso de rigor a los amigos y familiares, pues nos hemos metido en el 2.018.
Así a primera vista no
dice nada, se pasa del 17 al 18, pero en un análisis más profundo, hecho a las
10 de la mañana, sin vapores etílicos ( bueno puede que alguno sí), os quiero
decir que el 18 representa mucho en la vida del ser humano, es cuando alcanza la mayoría de edad, puede
votar, puede sacarse el permiso de conducir, puede emanciparse; así que este
siglo acaba de alcanzar su mayoría de edad, su momento de emancipación, aunque también
creo, que no se va a emancipar, que se va a quedar en casa, levantándose tarde,
rascándose la barriga, pidiendo subvenciones para seguir viviendo del cuento
como los 17 años anteriores y es posible que se apalanque en su cuarto, hasta
los 40, sin hacer nada.
No buscará soluciones a
los problemas de las migraciones obligadas, a las guerras mantenidas y
fomentadas por el primer mundo,
No dará un palo al agua
para acabar con las dictaduras imperantes en
montones de países y cerrará los ojos al sufrimiento de los demás,
oculto en el cálido cobijo de su mamá que le seguirá mimando como cuando era
bebé.
No buscará soluciones a
la contaminación ambiental, al expolio
de recursos naturales, a la destrucción de la Amazonía y seguirá riéndole las
gracias a los poderosos mientras machaca
a los débiles
Seguirá sin conceder
becas para la investigación y el desarrollo, seguirá buscando triquiñuelas legales para que los súper
capitalistas sigan pagando menos impuestos que los mileuristas (el que llegue)
No pondrá especial interés
en proteger a las mujeres y a los niños maltratados, a los ancianos
abandonados, a los enfermos aquejados de enfermedades raras, recortando
recursos de las arcas estatales para
estos medios, y para la investigación médica,
en beneficio de financiar más generosamente a partidos políticos y entidades
financieras.
Seguirá pagando salarios
escalofriantes a señores cuyo único valor es darle patadas con estilo a una pelota, golpear una bola con un
palo, o encestar en un aro pequeñito desde una determinada distancia, pero que
tienen el infinito valor para el sistema
de servir de SOMA, para la mayoría de los aborregados ciudadanos del mundo, mientras
que los científicos sobreviven a base de
becas cada vez mas escasas y raquíticas
Este siglo, al alcanzar
su mayoría de edad, va a seguir siendo como en los años anteriores, no se va a sacrificar por
nosotros, va a seguir protegiendo a los poderosos, que para eso son poderosos y
se encargan de mantener sus doctrinas con mano férrea para evitar que la plebe
se salga del camino.
Cada cierto tiempo nos
permiten creer que somos de su clase, nos dejan degustar mariscos, cavas,
estrenar vestidos, asistir a fastuosos eventos donde nos sentimos en una nube
de algodón, hasta que llegada las 7 de la mañana salimos de nuestra nube de
algodón y con un más que posible
componente de resaca y dolor de cabeza, volvemos a pisar el frio y duro
adoquinado de la calle.
El siglo 21, en su
cumpleaños 18, no dejará de ser un número que va estableciendo la cronología de
una raza, la humana que desde sus
comienzos en la época Neanderthal, hace 230.000 años, era dirigido por los más
fuertes que manejaban el garrote con maestría y profusión, aplastando la cabeza
de quien se atrevía a desafiar su autoridad; ahora el garrote ha sido
sustituido por el ERE,s, el despido libre, las jornadas de 14 horas,
los contratos por obra y los salarios miserables.
No nos preguntemos como
diría un americano, qué puede hacer el
18 por nosotros, preguntémonos qué podemos
hacer nosotros por el 18¸y lo que es más
importante, que podemos hacer por nosotros
mismos.
Abrazos, y adelante
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