VISITA A
CENTROAMERICA.
INTRODUCCION.
1.-
Un día cualquiera del
mes de Julio de 2.016, una tarde cualquiera, calurosa eso sí, en una terraza situada a las orillas del Tormes, como otras muchas
tardes, después de dar un paseíto con mi Shadow 750, me paro tomar una cerveza fresca.
En tanto el saboreo miro el entorno, estoy en la margen izquierda
del río, cerca del puente Enrique
Esteban (el de hierro de toda la vida)
el que diseñó el arquitecto Eiffel, el de la torre.
Escasos clientes, así que con la música suave, puedo, con mi oído
de tísico escuchar una conversación que se desarrolla en la mesa cercana entre
una joven de largos cabellos negros y un chico con cierto aire árabe, los dos
hablan en español un tanto diferente al mío
y ella tiene acento hispano.
Mi condición confesa de “viejo del visillo” me hace centrarme en lo que escucho, y ella
dijo algo de Costa Rica.
Hace años que, al ir
en un bus desde Salamanca a Madrid, mi
vecino de asiento, me contó maravillas
de este País y desde entonces sentía curiosidad por tener noticias de primera
mano, así que haciendo gala de mi descaro, giré mi silla de plástico y le
pregunté, si era de Costa Rica. La chica con una sonrisa un tanto tímida
me respondió: sí señor, para servirle.
Me presenté y le
hable de mi interés por saber de su país
y de la posibilidad de un día no lejano, ir a recorrerlo. La chica me ofreció
compartir su mesa conmigo, cosa que le agradecí y desplace medio metro mi silla
hasta situarme frente a ella.
A partir de ese
comento una batería de preguntas sobre su país,
salieron disparadas de mi boca y ella fue respondiéndolas con agrado sintiéndose
orgullosa de su país de un mundo y de sus bosques y playas.
Traté de quedar con
ella para el día siguiente, pero me dijo
que regresaba a Valencia donde tenía familia y que a los dos días volaba dirección
a Centroamérica, por lo que era imposible mantener una nueva vista.
Quise invitarles a una
copa de vino, que es lo que tomaban pero muy educadamente, ella rechazó la invitación
Como vi que el chico
no abría la boca me miraba con extrañeza y tal vez con cara de fastidio por
haberles abordado sin causa justificada,
opté por pedirle a ella en un medio de mantenernos en contacto.
Nos pasamos face y teléfono
y les pedí disculpas por mi atrevimiento, me levante de la mesa y regresé a mi
casuca más contento que un niño con
zapatos nuevos imaginándome por esas tierras como los viejos colonizadores.
Esa misma tarde-noche
intercambiamos algunos whatsApp, y poco a poco, me fue invadiendo de nuevo el
gusanillo de escaparme a Costa Rica en cuanto me fuera posible.
Me metí en
internet, empecé a ver documentales,
artículos, escritos, noticias que tuvieran que ver
con el país de los Ticos.
Acabé durmiéndome tardísimo
para lo que es habitual en mí, que me acuesto con la caída del sol o
poquito después.
Durante unos meses la idea se fue madurando, los mensajes
con aquella chica, que se llama Beatriz N. G. a la sazón prima de Keylor Navas Gamboa, portero el Real Madrid por esas fechas y creo que a día de hoy campeón de liga y copa de Europa.,
pero bueno eso no es relevante, aunque mola
ser amigo de la prima de Keylor
Previamente Beatriz me había ofrecido alojamiento en su casa de
San Isidro del General, una población de unos 100.000 habitantes, en medio de un valle precioso según
ella, y un tanto equidistante de todos los
lugares
Descargo un mapa del país
y más o menos hago un plan de viaje, contando más o menos con las condiciones
de España, en lo referente a buses,
trenes, y otros medios de transporte
colectivo. Usaría la casa de Bea como base y desde ella haría rutas de dos semanas recorriendo parques
naturales, playas caribeñas o pacíficas, volcanes, cascadas… y en alguna ocasión,
estaba previsto alquilar o comprar una moto para los desplazamientos.
Iluso de mí que no
hice las preguntas pertinentes, dando por sentado que si el país
está en medio de la tabla de renta per cápita y de PIB pues las cosas serían más económicas (léase Baratas), que los buses las carreteras y los
trenes tendrían cierta similitud con los
que aquí tenemos.
Llegado el periodo
Navideño, retomo la idea y empiezo a ver vuelos
económicos (Vuelva a leerse baratos) aunque fuera con escalas, que la economía no es muy boyante así que
en unos días encontré algo que me pareció muy interesante y sin calcular
demasiado saqué un billete de ida y vuelta
a 89 días visto con una compañía colombiana…..
… y un día de estos,
os contaré mas.
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