El ser humano es
esclavo de sus modas, modismos o costumbres
y se adapta a ellas y las abraza como si de un credo religioso se tratase, sin
darse tiempo a reflexionar si eso es bueno o malo, sencillamente sigue la moda,
se acomoda, se adapta, se somete a la dictadura de unos viejos capitalistas-empresarios, que de esta
borreguéz colectiva obtienen unos beneficios astronómicos.
A la vuelta de la temporada, varían cuatro puntos de su moda y los borreguillos seguimos
esas nuevas directrices sin pestañear.
Ahora se lleva ese micro pantalón
que no deja nada a la imaginación, y que dependiendo de quien, a unas les
sienta mal y a otras fatal, pero es la moda, claro que eso no afecta a la salud
de nadie ni a la estabilidad social. sencillamente es estética de mejor o peor gusto.
Desde mi supina
ignorancia, pero con una mínima base con
instructor de educación física, llevo observando que en los últimos años que la
locura colectiva por el running, ha
infectado a la sociedad y todo personaje que se precie, hace running un par de días
o tres por semana.
Esta mañana mientras
paseaba he visto a un hombre, poco atlético la verdad, corriendo,a mi modo de ver demasiado deprisa para sus condiciones antropológicas, con una cierta congestión en el rostro
y sin una botella de agua en la mano, con la que hidratarse y no he tenido más remedio que hacerle saber
que era una mala hora para hacer
ejercicio intenso con tanto calor, que aflojase el ritmo y que aprovechase los
aspersores de riego de los maizales para refrescarse un poco.
La mayoría, de la nueva legión de corredores, no habían movido un dedo más que para darle al
mando de play o del móvil y ahora son consumados deportistas que cada día se machacan
más y más, sin saber que todo ejercicio físico debe ser progresivo, pausado y
controlado, por profesionales, ya que puede ser sumamente contraproducente
para la salud personal.
Si hacemos comparativa con los coches, un fórmula uno,
cuestan años y años de investigación, cuestan una millonada y su motor como mucho aguanta 2.000 kilómetros, antes de
reventar; mientras que nuestro turismo, si lo usamos con cabeza con tacto y haciéndole
los reglajes necesarios nos puede hacer medio millón de kilómetros; también tener
el coche parado durante mucho tiempo hace que puedan oxidarse y deteriorarse
diversos componentes; de ahí la conveniencia de moverlo de tanto en tanto.
Con esto quiero explicar que el deporte a alto nivel, a máximo
esfuerzo en la mayoría de las ocasiones es
contraproducente para la salud y una prueba de ello es que la mayoría de los deportistas de élite, no
tienen una vida muy longeva.
Hacer deporte es sano, hacer deporte es bueno, mover las
piernas es mover el corazón, pero no nos vengamos arriba en materia deportiva, turismo en un circuito de F1.
pasándonos
de vueltas, que nuestro corazón puede griparse como el motor de un
Todo en la vida requiere una dosificación, una moderación y
el consejo de un profesional.
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