Como pasa el tiempo, parece mentira, el día 23 de “Tejero”, me dejé caer por un país del que había oído hablar
mucho y bien y del que las estadísticas de la UNESCO definían como el país más feliz del mundo, así que me
dije ¿por qué ir al segundo más feliz, si puedo ir al primero?
Aquí me esperaba
Beatriz Navarro, una mujer
amable, educada cariñosa, una mujer que
se está desviviendo desde el momento en que nos encontramos en la esquina de la
plaza de la Cultura en San José de Costa
Rica, en que m estancia en su país sea
lo más agradable posible, cosa que a fe mía está consiguiendo.
Me llevó a su casa, en medio de la montaña, donde el pequeño
Chaco, me saludó con una educación y un
respeto que nunca hubiera imaginado en un niño de su edad. Su saber estar, su respeto, su educación sin fisuras
me impresionaron
Fin de semana agradabilísimo con concentración internacional
motera hispanoamericana con más de 5.000 personas, y donde como no podía ser de
otra manera encontré amigos.
Beatriz me ha integrado en su familia como un hermano, el pequeño Chaco me trata como a su abuelito,
salvando las distancias claro.
Desde la ventana se
ven Tucanes, Zopilotes, periquitos…. En fin estamos en plena selva, en
plena naturaleza, en pleno paraíso.
Gracias amigos por aceptarme, cobijarme en vuestra casa y
ofrecerme vuestro afecto y hospitalidad
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